jueves, 28 de julio de 2011

Homenaje a todas las mujeres de mi vida.

Deseo dar las gracias a todas las mujeres, que hay en mi vida y eso voy a hacer.
No voy a poner nombres porque cada una ya sabe que papel ocupa y no puedo ordenarlas, parecería que hay alguna más importante o que alguna va al final de la lista, y en mi lista no hay nadie al final, todas quedan en el mismo lugar.
A mis hermanas, a las que he recuperado, porque en algunos momentos hemos estado más distanciadas y que, ahora son además, mis amigas. Me ayudan, me cuentan, me apoyan, me escuchan, me llaman, y vienen a verme, solo porque si.
A mis amigas, las que lo son desde hace tiempo, por serlo, por estar ahí, porque estén cerca o no yo las siento cerca, porque sé que están, porque me quieren, porque siempre me han animado a seguir luchando, porque continuamente siento su apoyo con esas frases que me dan la vida y me hacen sentir de lujo, como: "yo se que tu llegarás muy lejos" o "tu siempre estás positiva"
A mis nuevas amigas,  a todas las que están llegando a mi, de una manera o de otra, porque siento como se van forjando nuevas sinergias.
A las amigas que lo fueron y que ya no lo son (por lo que sea) porque también formaron parte de mi vida en algunos momentos y con ellas compartí, maduré, crecí, reí y lloré.
A mis cuñadas, por su cariño y su comprensión, por todos los momentos tan agradables que compartimos, porque siempre me ven con buenos ojos, por un sencillo: "mi cuñada preferida" o un "como me gusta veros felices", "tu siempre estás guapa".  
A mi sobrina política, como dice ella, por nuestros gin-tonics de confidencias y charlas después de "duras jornadas de curro", porque es un bombón y porque se está convirtiendo en un "peaso mujé"
A la madre de mi marido, (no me gusta la palabra suegra para ella) porque es una mujer generosa, porque siempre ríe, porque nunca se queja y porque entiende las caras y los sentimientos sin necesidad de palabras.
A mi madre, porque ella me dio la base de todo lo que soy. Me dio la vida, educación, me enseñó a ser muchas cosas de las que soy ahora y porque estoy segura, daría la vida por cualquiera de sus hijos.
Y hasta a mis clientas, porque no? porque son todas agradables, simpáticas, porque cada vez más,  me doy cuenta de que somos todas mujeres y necesitamos de otras mujeres con un mínimo de empatía que nos escuche, al fin y al cabo tenemos todas las mismas dudas, preocupaciones, problemas, complejos... pero también las mismas virtudes y parecidos valores. Vienen, preguntan, me piden consejo, vuelven, vienen solo a saludar, me presentan a sus hijas y nietas, y porque todas me caen bien.

Porque al lado de todas y cada una de estas mujeres me siento bien, me aflora siempre una sonrisa cuando me suena el teléfono, cuando veo un e-mail, o cuando por sorpresa cualquiera de ellas entra en la tienda: "hola, pasaba por aquí"
Porque todas me hacen sentir muy querida.
Porque me dan su apoyo incondicional y desinteresado.
Porque nos reímos juntas, lloramos, nos consolamos o ponemos verde a quien se atreve a hacernos daño.
Porque junto a ellas siento un calorcito que me hace cosquillas en el corazón.
Porque gracias a todo ese cariño, a toda esa compañía, estoy aprendiendo, "creciendo".
Y porque me da la gana de darles las gracias, que coño!!!
Que suerte tengo!!
Gracias a todas.

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