Aunque antes me gustaría decirte que una comida o cena con unos cuantos invitados, es un agradable acto social, no permitas que invitar se convierta en algo incómodo para ti y no lo hagas por compromiso o por corresponder alguna invitación, si no te apetece tener invitados es mejor organizar el encuentro fuera de casa.
- Debes avisar con la suficiente antelación para asegurarte que podrán asistir todas las personas a las que quieras reunir.
- El día del evento debes presentar correctamente a los invitados entre ellos, en el caso de que no se conozcan. Puedes hacerlo de manera distendida, yo tengo un "truquito" que funciona muy bien para que ellos puedan iniciar una conversación, les hago una pequeña introducción sobre alguna de sus aficiones, hobbys, etc ... (por ejemplo: Pablo te presento a María que es una experta conocedora de vinos, a Pablo le encanta el vino)
- No se trata de controlar la conversación pero puedes intentar evitar que se toquen algunos temas, como religión, política o cualquiera que pueda derivar en una discusión o conflicto que llegue a causar malestar en el resto de invitados.
- Desenvuelvete con soltura, hablando con todos y haciendo que se sientan cómodos y atendidos, trátalos a todos por igual y ocúpate de que tengan comida y bebida suficientes.
- Elige con tiempo y cuidadosamente el menú, para tenerlo todo listo cuando empiecen a llegar los invitados. Intenta averiguar si alguna de las personas que asistirán tiene alguna alergía o intolerancia alimenticia, que cada día es más frecuente, y así evitarás contratiempos.
- Al decidir los complementos o decoración de la mesa, ten en cuenta algunos detalles, como la altura de candelabros o adornos florales, piensa que una vez sentados en la mesa, los invitados han de poder ver a la persona que tienen delante. Cuidado al elegir las flores, que su olor no interferiera en el aroma de los alimentos. En cuanto a las velas, sólo se deben encender de noche, si no las vas a encender mejor que no estén en la mesa.
- Una manera de recoger la mesa sin tener que hacer levantar a nadie puede ser que desde su sitio vayan pasándote los platos y que solo tu vayas a la cocina, evitarás viajes arriba y abajo y los invitados dando vueltas y poniendo platos por toda la cocina. Puedes disponer una mesa auxiliar para las cosas que creas que pueden necesitarse.
- Prueba a sentar a la mesa a las parejas separadas, es una manera divertida de que todo el mundo hable con el resto de los invitados. Y yo desde luego, me niego a sentar a mujeres a un lado y hombres al otro, cuando estoy con mis amigos, me gusta hablar con todos y que no se hagan "corrillos"
- Me parece importante, organízarlo todo con tiempo, así estarás tranquila, y lo tendrás todo bajo control. No hay nada peor que una anfitriona nerviosa, titubeante y dando vueltas, podeis acabar todos "atacados"
- Puedes tener una copa de aperitivo preparada para ofrecer a medida que van llegando los primeros invitados
- Si hay algún incidente, (a todos nos ha pasado, romper un plato, derramar una copa...) lo mejor en estos casos es el humor, hay que saber desdramatizar y la risa es un buen bálsamo, no hay que hacer sentir mal a nadie, aunque se haya malogrado la copa que heredaste de la abuela.
Y no olvides que lo mejor en cualquier caso es la naturalidad, si está todo muy bien organizado pero tu estás tensa, incómoda o sufriendo por el resultado, tus invitados lo notarán, piensa que no es un examen, se trata de que tu también disfrutes de la agradable compañía con la que has decidido compartir ese tiempo.
Ahora que llega el verano y la temperatura es más alta apetecen alimentos más frescos y ligeros, puedes preparar menús desenfadados, una idea puede ser un bufet de ensaladas y pinchos o canapes, en el que cada uno se sirve lo que le apetece. Me encanta prepararlas, se pueden poner ingredientes muy diferentes y conozco algunas estupendas pero eso será otra entrada...
Y a ti, ¿ te gusta invitar en casa? ¿tienes alguna pregunta? ¿añadirías alguna cosa?
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